Eduardo es un adolescente de 14 años y como todos los chicos a esa edad son muchas las preguntas, curiosidades, incertidumbres, sueños, anhelos que conviven con él a diario.
Vive en el Hogar Nueva Vida, del barrio de Pompeya y desde allí cada jueves, a la salida del colegio donde cursa su secundaria, dirige sus pasos al Laboratorio de I +D (Investigación mas desarrollo), de la Asociación Civil Rock&Vida en donde parte, de sus inquietudes, encuentran respuesta.
Muy locuaz y entusiasmado, cuenta cada detalle de los proyectos realizados a quien le pregunte por la tarea. Se nota que absorbió los conocimientos en este último año. Cuenta de “un insecto electrónico realizado con un vibrador de celular, termos contraíbles, alambres de estaño, soldaduras, porta pilas, lamparitas led, interruptores” con la seguridad de un alumno-inventor experimentado.
De la misma manera, expresa con total naturalidad otro proyecto concretado: la maqueta de una casa inteligente en donde, toda su funcionalidad, se controla desde un celular.
Como si esto fuera poco, explica como reciclaron junto a otros alumnos, un viejo artefacto de iluminación convencional y lo adaptaron a led, que ilumnina externamente el laboratorio. En este lugar, todo se aprovecha, nada se tira; se recicla y adapta a nuevas tecnologías.
Eduardo, como otros chicos, comparte un espacio que además de aportarle conocimientos en tecnología y nuevos diseños, encuentra contención, puede interactuar con pares y con su profesor, quien ofrece, desde el saber y la práctica, un interesante panorama para su futuro.
Si querés ser parte de este viaje experimental y asombroso de los inventos, acercate al Laboratorio de I + D y encontrarás un mundo apasionante por descubrir.